miércoles, 22 de mayo de 2013

Accidentalidad y casco ciclista en España

Tras el anuncio por parte del  Ministro del Interior de la próxima implantación del casco ciclista obligatorio también en ciudad (en carretera lo es desde 2004) se he desatado un intenso debate acerca de la oportunidad de dicha norma. Un debate basado muchas veces en datos incompletos o sacados de contexto, cuando no directamente parciales. 

Hace apenas unas horas hemos publicado en la web del SIBUS (ver publicación) los datos de accidentalidad ciclista en España en el periodo 1993-2010, incluyendo datos específicos sobre accidentes con heridas craneo-encefálicas, que son las que específicamente protege un casco ciclista. 

Estos son mis comentarios preliminares a dichos datos

1.- 4 ciclistas fallecidos al año en España por heridas craneo-encefálicas de media durante los últimos años no parece que justifiquen una medida tan drástica como la imposición del casco obligatorio para todos los ciclistas urbanos. Sobre todo si tenemos en cuenta que el total de fallecidos por accidente de tráfico en las vías urbanas ha sido sistemáticamente superior a 400 - cien veces mas - en los últimos años. O que la media del total de ciclistas muertos en accidente de tráfico por otras causas ha sido de 40 - diez veces mas - durante los  mismos años. 

2.- Se confirma una vez mas que la afirmación del Ministro de que los ciclistas corren igual riesgo de sufrir heridas craneo-encefálicas en carretera que en ciudad no tenía ninguna base.

3.- También se confirma la escasa base de las afirmaciones de la Directora de la DGT acerca de lo más de 5.000 fallecidos y discapacitados graves por heridas craneo-encefálicas que "no pueden hablar" y en cuyo nombre dijo proponer el casco ciclista obligatorio. Al final, se reducen a 146 (año 2010, ver tabla 5), de los cuales 72 lo son en vías interurbanas, en las que no se propone modificación reglamentaria alguna. Es decir nos quedamos con 37 discapacitados graves y fallecidos por heridas craneo-encefálicas en vías urbanas que "no pueden hablar" (salvo por boca de la Sra. Seguí), de los que, a su vez, 9 ya llevaban casco y otros 9 no se sabe. Total, que de más de 5.000 pasamos a 19.

4.- El casco, obviamente, no sirve para evitar accidentes, sino simplemente para evitar las peores consecuencias de un tipo muy definido de accidentes: los que implican heridas en el cráneo. Por tanto, el efecto protector de la obligatoriedad del casco debería traducirse, sobre todo, en una disminución del número de ciclistas fallecidos o heridos graves por heridas en el cráneo. Pues bien, si nos vamos a la tabla 5 de nuevo, vemos que en carretera (donde el uso del casco es obligatorio y está muy extendido) dicho número descendió un 46% entre 2004 (fecha de la implantación del casco obligatorio) y 2010. Durante el mismo periodo, en las vías urbanas (donde el casco no es obligatorio y su uso es casi testimonial) dicho número descendió en un 39%. Entre 2004 y 2009 ambos descensos fueron del 36%, etc... En resumen, que  no hay evidencia estadística sólida de que la obligatoriedad del uso del casco haya implicado una disminución del número de ciclistas fallecidos y heridos graves mayor en vías interurbanas que en vías urbanas. Lo que pone en cuestión la efectividad de dicha medida.

 

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